Somos Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas
- Continuadoras de la inspiración que impulsó a nuestros Fundadores: San Antonio Mª Claret y a la Venerable Mª Antonia París a crear una comunidad al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia.
- Estamos llamadas a ser mujeres nuevas en la práctica, servidoras de la “Palabra”, abiertas a todos sin distinción, para vivir y Anunciar con alegría el Evangelio.
- Vivimos en comunidades misioneras “en salida”, construyendo fraternidad.
- Con capacidad de escrutar la realidad como lugar de encuentro con Dios: “Somos contemplativas en la acción”.
- Practicamos la pobreza evangélica conformando nuestra vida con Cristo pobre y misionero que nos compromete en favor de los pobres y excluidos.
- María Inmaculada es nuestra “señal”, ella es modelo de fe y acogida de la Palabra de Dios. Su vida nos impulsa a luchar por el bien y nos abre al gozo y a la esperanza
Espiritualidad claretiana En misión compartida
La espiritualidad claretiana se caracteriza por algunos rasgos que inspiran este “modo peculiar” de seguimiento de Jesús y constituyen el hilo conductor de la vida personal o grupal creando, a la vez, una identidad propia
- Caminamos con otros queremos “hacer más fácil el camino”, descubriendo y afirmando lo mejor de cada persona y la riqueza de la diversidad.
- La espiritualidad de las Misioneras Claretianas parte de la donación de gracia que Dios hizo primero a los Fundadores. Es una manera peculiar de ser que lleva a asumir actitudes de fe, amor, compromiso y servicio frente a Dios, los hermanos y la creación, según el carisma recibido.
- Este don no es particular a las religiosas sino compartido por laicos que descubren en él un lugar desde donde vivir y realizar en plenitud su vocación bautismal.
- “Seguir las pisadas de Cristo nuestro bien” es el elemento central de la espiritualidad claretiana en torno al cual giran todos los demás. Es el camino de la identificación con Cristo, llevando a la vida sus palabras, obras, acciones, sentimientos, mediante una profunda relación de amistad con Él, fundada en la Palabra de Dios que transforma y envía.
- La imitación de María en su vida laboriosa, sencilla, en su recogimiento y humildad se entrelaza con la lucha contra el mal en cualquiera de sus formas, propio del misterio de la Inmaculada Concepción. Las actitudes de María son la base que sustentan el envío a una misión sin fronteras.
- La vocación de Iglesia para contribuir a su constante reforma se traduce en un compromiso de conversión permanente al Evangelio, en una espiritualidad de comunión, construyendo Familia dentro de la congregación y en su entorno social, y de una cordial adhesión al envío misionero. La preocupación, ocupación y oración por la Iglesia son parte de este patrimonio espiritual: “El Espíritu Santo nos urge desde el origen del Instituto, a la renovación de la Iglesia por la guarda del evangelio y vivencia radical de los consejos evangélicos con especial amor a la pobreza”
COMUNIDAD FORMADORA
- Actualmente en la Comunidad de religiosas claretianas de Bosa Colegio también se encuentra la Casa de Formación de la Provincia de Latinoamérica, donde las jóvenes que se sienten llamadas por Jesús Misionero inician su camino personal para conocer y abrazar la espiritualidad claretiana.